Que tiempos aquellos. Y que concursos. Eso eran concursos y no los de ahora. ¿A quién le interesa saber si sabe - valga la redundancia - más que un niño repelente con pinganillo.
Aún recuerdo aquellas sobremesas, después de comer y antes de tener que volver al colegio. Corría el año 90. ¿Recordais a esta cuadrilla?
Humoristas de primer nivel cuya misión era arrancar una carcajada a los concursantes con humor inteligente sólo apto para intelectuales. Paco Aguilar, el señor Barrangan, Pedro Reyes o Marinico el Corto - Yepaa! - comandados y presentados por presentador de peso contrastado, Jordi Estadella.
Con ellos aprendí que una regadera servía para algo más que regar y que todo servía de sombrero. Y que no solo los chatarreros compraban trastos inservibles.
Por el pasaron concursantes de renombre, bueno concursante. Bueno tampoco tiene mucho merito, que este pasaba por todo concurso y lo raro es que no hubiera salido:
Pero como pasa con todas las cosas buenas la jodieron. Estadella se fué y lo sustituyó un tal Miguel Ortiz - soso como él solo - y con él llegaron personajillos del tipo Jaimito Borromeo - clavado a un profesor mio de matemáticas del instituto - o Sara Sanders.
¿que habrá sido de ellos? ¿seguirán teniendo la misma poca gracia que entonces?
De regalo el chiste de la viagra del señor Barragán:
Ja, ja, ja.
Dido - Thank you
1 comentario:
Que buenas sobremesas pasábamos antes y no ahora con el tomate.
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