La noche me confunde

Quien me conozca sabrá que no soy un animal nocturno. Yo soy de los que piensan que la noche está para dormir (sólo o acompañado). Pero como ahora tengo mucho tiempo libre y no tengo que madrugar, una salida de vez en cuando no hace daño a nadie.

Sucedió el viernes pasado. Aquí mismo, en Sevilla. Era tarde y buscabamos un sitio en el que seguir la fiesta. Fuimos hasta la puerta del garito X (aquí en otro tiempo hubiera puesto el nombre del garito en cuestión, pero no quiero arriesgarme a atentar contra la imagen o dignidad de nadie) y aunque siempre me ha parecido muy triste ponerse en una cola (las colas son para el cine y para las casas de beneficencia) hicimos el esfuerzo de esperar. Decían que merecería la pena.

Ya desde el principio tenía la impresión de que no ibamos a entrar (era una sensación, quizá era por la mirada del portero, tal vez porque nos faltaban tetas y nos sobraban cojones, quizá porque nos pidieron 50€, nunca lo sabremos) y se confirmaron nuestras sospechas. No lo conseguimos.

Aqui las malas lenguas dirán que pedimos el libro de reclamaciones, que llamamos a la policía y no nos hizo caso, que nos fuemos despotricando. Pero eso son simples delirios de borracho.

Lo único cierto al 100%, o al menos así lo recuerdo yo, es que probamos en el garito Y (secuencia lógica en la nomenclatura).

Y allí sucedió lo que no me hubiera imaginado en la vida. Llegado el momento clave nos piden el DNI. Yo no soy muy partidario de ir enseñándolo por ahí(salgo muy feo en la foto) pero hice de tripas corazón y se lo mostré a aquel simpático "puerta". Lo cogió, lo miró, buscó en su lista y ........
......... ¡bingo!. ¡¡Estaba en la lista!!. No me lo podía creer. Yo en una lista (además de la del paro). ¿Qué clase de lista mágica y maravillosa era esa en la que yo aparecía?

Tras muchas vueltas he llegado a la conclusión de que no podía ser otra que la del censo. Y la del censo de mi pueblo porque allí es donde consto.

La noche sevillana me confunde.


Velocista - El séptimo continente