17 junio, 2009

Deseducación concertada

Hubo un tiempo en sólo existian los colegios públicos y privados. Y los retoños españoles iban a unos u otros dependiendo de si tomaban el autobús o los llevaba Bautista en el mercedes (clase A)

Cierto día, ante la imposibilidad de muchos centros privados de mantenerse por sí solos acudieron llorando al estado para pedirles ayuda. Como no era cosa dejar a los nenes ricos sin escolarizar, la masificación de los colegios públicos era notoria y la expropiación de bienes era más de tiempos de Mendizabal, el gobierno adoptó la posición de que estos colegios mantuvieran sus direcciones privadas pero la financiación fuera pública. Nacían así los colegios concertados. Pero el gobierno (malísimo como ha sido siempre) se guardó un as en la manga y puso como condición que, puesto que ya lo pagabamos todos (via impuestos), cualquiera puedera acceder a ellos. Se acababa el elitismo y churubeles de sucio pelaje y nenes de alta alcurnia comezaban a compartir enseñanzas y vivencias.

Hasta aquí bien. Todos ganaban. Pero la cabra siempre tira al monte y la pela es la pela. Así que en ciertos centros concertados se siguen comportando como los colegios privados y ponen el cazo en todas las direcciones haber que cae, aunque no sea muy moral ni legal, y quien no cumpla pues ya sabe lo que le puede pasar.

En este caso el niño ha aprendido grandes lecciones. Que sus papás son pobres, que sus compañeros de pupitre son mejores que él porque sus papás son ricos y que cuanto antes empieze a asumir su realidad y condición menos ostias se dará cuando sea mayor. Con suerte se llamará Bautista y podrá llevar a los hijos de sus antiguos compis a su antiguo cole.

Y lo que debe de aprender el estado de esto es que no está bien alimentar a las hienas porque su condición de hienas les impide el comportamiento doméstico y al final te van a morder la mano.


Exit - Alas

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