31 agosto, 2009

Cambios

Después de más de tres años he decidido cambiar la cortina de la ducha.



Atrás quedaron los pececitos que decidieron que esos 27 m2 eran ideales para, por fín, dejar atrás el compartir piso y vivir con la persona que más quiero, yo mismo.

La elegida a sido esta con motivos madrugativos y desayunantes.



Puede parecer una gilipollez pero teniendo en cuenta que no me gustan los cambios tiene más importancia de lo que en un primer momento puede parecer. Además coincide con un nuevo paso en el largo camino de la propiedad que tanto gusta al españolito medio. Una vez pagada la entrada y firmado el contrato de compraventa, siguiente parada: el visto bueno de la Junta de Andalucía. Dentro de 2 años puede ser otro buen momento para volver a cambiar la cortina del baño.


Parade - Jamás seré feliz

1 comentario:

Laura dijo...

Pues a mí, los pececillos me encantan.