Sánchez Dragó ha vuelto a Telemadrid. Con un modesto programa bajo el brazo y el cinismo que siempre le ha cararterizado vuelve para azotar al aborregado hombre de a pie y acabar con la dictadura de la telebasura.
Que mejor comienzo para un programa DE TELEVISION que destrozar en directo (o grabado, no lo se a ciencia cierta) un televisor a mazados, tirarlo a un cubo de basura y realizar una bonita parábola con ovejas y burros sobre el televidente de a pie (Podeis buscar el video en youtube, igual hay suerte) ante un más bien escaso público.
Para redondear tanta poesía visual e irónica entrevistó a la reina de los estudios sociológicos, Mercedes Milá ,que lo puso de vuelta y media. Eso es tener puntería con los invitados.
Que pena que lo suyo sólo sea otra muestra de telemierda. Más pedante, pretencioso, pseudointelectual y sibarita, pero mierda al fin y al cabo. Con un agradable tufillo a pasados mejores (para algunos).
Y la canción de rigor, "Yo quiero ser muy promíscuo":
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