28 febrero, 2010

Sucedió un día de Andalucía


Parece que fue ayer y ya ha pasado un año. Todo empezó con aquel correo cobarde que llegó a última hora del viernes y el tema se fue de madre. A nadie le gusta que le roben pero a mí lo que me dolió especialmente fue que me intentaran tomar por tonto.

Esa misma tarde, como venía siendo habitual, andabamos solucionando el mundo entre copas y el tema salió a relucir. No recuerdo si salió de mi o alguien me incitó pero no me parecíó mala idea comentarlo entre los cuatro lectores de este blog. Y así surgió el post del día de Andalucía del pasado año.

Probablemente el caso no hubiera ido a mayores si al lunes siguiente no se les hubiera ocurrido la genialidad de intentar vender sus mierdas on line como si fueran el Madrid o el Barça. Ese tipo de merchandising no tiene público si quitamos a la minoría de lameculos e imbeciles que, quizá por norma no escrita, siempre te encuentras en todas partes cuando menos te los esperas. Así surgió el segundo post del que no queda rastro por decisión propia de no hacer publicidad a quien no se la merece.

Y dos días después me explotó en la cara. Sigo pensando que fue un calentón y no lo meditaron. No se como llegaron hasta mi, aunque nunca me oculté, y si hubo algún traidor, pero poco me importa. Ni lo busqué ni fue mi intención. Me cogió de sorpresa y no supe como actuar. Quizá en otra situación hubiera puesto en duda la acusación de falta de compromiso de labios de quien andaba en esos momentos buscando otros vientos más favorables y huir del hacha que en esos momentos se afanaba en mi cuello.

Reconozco que en aquel momento me cabreé pero en el fondo fue el empujón que necesitaba para cambiar de aires. El premio en metálico fue la guinda. Lo único que siento es que no pude utilizar mi parábola de llegué a un Madrid que peleaba por la Champions y me voy de un Altético que se va de cabeza para segunda sin remedio (realmente en este momento se parecen más al Rayo Vallecano o el Leganés).

Bueno, eso y  la gente que ha quedado, cada vez menos, y sufren las ineptitudes que marcan la diferencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jajajaja, muy bueno. Que tarde mas buena aquella. Las verdades duelen y tus dos post levantó ampollas entre los que ciegamente confían en la secta. Yo creo que aquel "que te roben en la cara no tiene precio" fue la gota que colmó el vaso. Abrías los ojos de muchos y eras peligroso. Cuando quieres gestionar un club con mentiras, prepotencia, imposiciones sin sentido y esclavizando, si alguien se da cuenta es una manzana podrida.
Ninguna mentira se publicó aqui, y por eso dolió tanto.