26 abril, 2010

Damnâtiô (I)

Lo encontraron dentro de la bañera vacía en posición fetal. El rigor mortis que había dejado el cadáver como si fuera una alcayata indicaba que llevaba allí bastantes horas.


El cuarto de baño estaba en orden salvo por aquella maldita pintada del espejo del lavabo.que les perseguía: damnâtiô. El resto de la casa, no muy grande por cierto, no mostraba tampoco ninguna evidencia de que allí hubiera ocurrido nada. La puerta estaba sin forzar, habían entrado gracias al juego de llaves que guardaba el conserje, que a su vez hacía de encargado de mantenimiento del edificio.


A esas alturas de la historia y tal y como habían terminado los acontecimientos no hubo más remedio que llamar a la policía. La muerte de Salvatore sólo sería el principio.

(Continuará...)

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