21 marzo, 2012

Lo malo no es que te llamen hijo de puta, lo malo es serlo.

Inauguramos esta nueva etapa del blog con un bonito videoclip del grupo Ardor de estómago dedicado a su majestad el rey don Juan Carlos I (Se dice así, ¿no?) El vídeo habría pasado sin pena ni gloria de no ser porque la Audiencia Nacional ha llamado a declarar a sus autores por un caso de injurias a la Corona, pues por lo visto llaman hijo de puta al rey y eso está muy feo en un estado democrático de libertades como es el nuestro.

Desde el secuestro de aquel ejemplar de la revista El Jueves, que por ahí andará la mía en algún cajón, en la que salía el príncipe zumbando cual abejita en celo con su señora esposa la Leticia, que diría el pueblo llano. Que me imagino yo que lo que escoció no fue el que insinuaran que la pareja folle visto la prole de nietos reales sino que insinuaran que el príncipe trabaja o que no trabaja, vaya usted a saber.

Y yo que quieren que les diga, a mi que me llamen hijo de puta sin serlo pues me la trae un poco floja la verdad. Otra cosa es que lo fuera, entonces ya me jodería más. Que ya se sabe que no hay cosa que más ofenda en esta vida que le digan a uno a la cara cuatro verdades. A la cara o con música, que coño.

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