

Ya lo decía aquel: Si a un mono le enseñas a manejar una pistola es muy probable que termine volandose los sesos. Y eso es lo que le ha pasado a este homínido pariente del mono de la pistola pero de menor inteligencia.
Es un simple tema de selección natural. Los menos capaces no sobreviven. Sólo queda esperar que los 2 hijos que deja en este mundo no herenden sus genes ni los de su mujer (que salvo que tenga algún tipo de retraso mental tampoco se escapa a la imbecilidad genética del marido muerto) y sean en el futuro hombres de bien, sanos y limpios. Y si no es así ya se encargará la naturaleza de ellos.


1 comentario:
Gentuza...
De eso está el mundo lleno.
Y la mujer, muy lista me temo que no será. Una pena de niños.
Besito
Publicar un comentario