No sabría decir con certeza cual es mi primer recuerdo en este mundo. He visto fotos, pocas, en las que aparezco con un mega chupete pero no tengo recuerdos reales de él y siendo sincero hay veces que lo echo en falta.
Lo que si recuerdo con nitidez es el pasillo de nuestra primera casa. Era largo y acababa en curva, y al fondo quedaba el cuarto de baño. Le tenía pavor a esa curva del pasillo. Cuantas veces me habré imaginado que de repente se asomaba por el una cara desconocida y horripilante. Si no fuera porque nunca tuve un triciclo pensaría que Kubrik se acordó de mi en su Resplandor (o King en la suya en forma de novela). Probablemente por culpa de esos pensamientos he desarrollado un asombroso control de vejiga sólo perturbado en los momentos de plenitud etílica.
Otro recuerdo más feliz y a la vez más doloroso es la nieve. No suele nevar en el pueblo, pero hubo una siento yo chinorri en la que recuerdo que subiendo por la cuesta que lleva hasta el colegio me resbalé con ella y me pegué un culazo contra el suelo que todavía me estoy rascando.Que buenos tiempos eran aquellos.
Y del colegio ya os contaré más adelante.
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