23 agosto, 2011

Haciendo santo balance


(FOTO: juro prometo que la he sacado de google imagenes buscando la palabra "papa")

El Papa ya se ha ido y nadie sabe como ha sido. Y con él sus JMJ dejando tras de sí la mierda a toneladas, hostias como panes (ho hay error ortográfico) y tickets canjeables. Quedaron atrás los momentos de espiritualidad y hemos de pasar a los más terrenales. Toca hacer recuento del beneficio.

No se si será pecado pero en tiempos de crisis y con eso de que Dios (así en mayúsculas) hace siglos que no se aparece en forma de zarza ardiente para bendecirnos con la solución definitiva a los males del mundo es lo que toca.

Empezemos por la mierda que han dejado los mozos y mozas a su paso alegre y jovial (El papa como mola, se merece una ola y demás mierdas por el estilo). Sólo contando con la que van a tener que recoger de Cuatro Vientos (botellón aparte) los servicios de limpieza hay para 7 días. Dicen que cada peregrino no toca ni a kilo de mierda (pero si la juntas toda en un montoncito da miedo verla) y bien que llevaban cada uno de ellos su mochilita oficial en la que podían haberse llevado su santa mugre pero se ve que eso no está en los evangelios.

Sigamos con las hostias. Estas son con hache y están sin consagrar, pero han estado bendecidas por los poderes públicos con sus declaraciones y por la propia Iglesia por sus silencios. Como los siervos de cristo estaban a otras labores más elevadas han venido a cuenta de la ilustre Unidad de Intervención Policial (los antidisturbios de toda la vida). Basta con mirar por youtube para hacerse una idea de lo sueltecitos que han estado estas criaturas  del señor que no fueron bendecidas con un cerebro pero sí con mucha mala leche. El balance lo deberíamos hacer contando el número de condenas a delincuentes con placa (creo que llevan aunque las escondan) y dimisiones de cargos políticos. Pero me temo que si usamos este baremo el resultado tenderá a cero. Es lo que tiene de vivir en este país de corporativistas (sean del gremio que sean) y cagones o apesebrados judiciales.

Y por último el vil dinero que todo lo puede. Tomaremos de referencia lo que cuenta hoy el país.

No queda muy claro si hablan de ingresos o de beneficios. En cualquier caso son unas cifras de mierda si tenemos en cuenta que entre lo que pusimos entre todos, sin que nos preguntaran ni pasaran la gorra, y lo que pusieron las grandes empresas, y que les será devuelto por Papá estado mediante exenciones fiscales, se habla de 50 millones (¿se contará aquí ya las horas extras de servicios de limpieza -iba a añadir "y seguridad" pero ya van incluidos a su modo-para dejar la capital como una patena?).

Se habla de que los grandes beneficiarios han sido la hostelería y los hoteles. Vayamos por partes.

Cierto es que la hostelería ha recibido sus pingües beneficios -al fin y al cabo no solo de fe se alimenta el hombre- pero no hay que olvidar que la mayoría de los peregrinos ha pagado con tickets de la JMJ. Tickets que han sido pagados en ultima estancia por todos nosotros. Que si querían que el estado subevencione a los hosteleros lo que tienen que hacer para la próxima es añadir una casilla en la declaración de hacienda junto con la de Otros fines sociales.

El resto de comercios ni fu ni fa. El peregrino tenía todo lo que necesitaba en su mochila (por eso no podría meter en ella su mierda supongo).

Los hoteles han incrementado su ocupación, pero bien es cierto que la mayoría de los peregrinos se han alojado en establecimientos pertenecientes a la iglesia y en colegios cedidos por la Comunidad que para el caso es lo mismo (Si cobraban algo por el alojamiento era directo para las arcas de Pedro y como no pagan impuestos...). Si a eso sumamos que no tenemos datos de posibles turistas (de hotel) que han dejado de ir a Madrid precisamente por evitarse el JMJ este beneficio es relativo y hay que ponerlo en cuarentena.

A nivel de transportes ya ni hablamos. Los taxistas ni los han olido, a parte que con el cierre del centro de la ciudad habrán hasta perdido clientela. Y el transporte público como casi lo regalaban en cuanto veían a un criajo con camiseta amarilla y cara de lelo pajillero han tenido unos no beneficios de 20 millones de euros.

Y lo mismo con  museos varios. Eso sí al resto de mortales, pero no creyentes, se los han subido suponemos que para compensar.

Con lo que en conjunto no parece que haya sido tanto negocio el doblar la raspa (a lo Mariano Rajoy) ante Susan Beni. Pero yo que coño voy a saber si ni he estao en Madrid, ni he seguío el evento por la tele, ni he rezao estos días los correspondientes padrenuestros. ¡Hereje!

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