26 mayo, 2010

Damnâtiô (XX)

Alvaro y Amancio estaban esperando pacientemente en la oscuridad del descansillo. En el último momento habían decidido no entrar detrás de Alberto y Elena en el piso. Resultaba más conveniente dejar que buscaran por su cuenta y esperar a que salieran para abordarlos y con suerte recuperar el libro.


Cuando comenzaron a bajar ya tenían claro que lo mejor era seguirlos hasta fuera del edificio. No querían alertar a los vecinos y que el plan se fuera al traste, pero un inoportuno estornudo aceleró los acontecimientos.


Cuando Alberto y Elena comenzaron a correr escaleras abajo, Alvaro y Amancio no pudieron seguirlos el paso y la caída de Elena terminó con las esperanzas de alcanzar a Alberto.


Cuando los vecinos comenzaron a salir sortearon el cuerpo inerte de Elena como pudieron y lograron salir a la calle, pero no había ni rastro de Alberto.

(Continuará...)

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