31 mayo, 2010

Tetas, rizos y espontáneos


Reconozco que ando escaso de ideas. Hace tiempo que no me viene la inspiración así que voy a ir por el camino fácil: Criticar Eurovisión.

Por enésimo año consecutivo por estas fechas el pasado fin de semana se celebró el Festival de Eurovisión.

Ganó Alemania, como no podía ser de otra forma que para eso es la potencia number one de Europa y el resto perdieron (aunque sinceramente no se que es peor, si presentarte como el que ganó Eurovisión en tal año o como el que quedó sexto, por ejemplo, en tal otro). Pero la noticia es que ya han sacado un video de la ganadora enseñando tetamen. Le espera una larga y próspera carrera musical.

Por España participó un tal Diges (el ricitos del centro de la imagen). De haber sido el Festival Europeo de Pelo Pantene se lo hubiera llevado de calle. Pero era de musica (creo) y quedó en una según como se mire discreta decimoquinta posición (sólo un puesto por encima de Chikilicuatre). La canción para titularse Algo Pequeñito era el pedazo de mierda más grande que he podido escuchar en mucho tiempo (con todo mi respeto a la mierda). Dicen que hay un sonido que a quien lo escucha le produce la muerte inmediata. Diges ha estado cerca. Creo que ha aumentado el número de suicidios desde que salió la canción. Que suplicio de tema.

Luego está lo del espontáneo. Un valiente que se coló en plena actuación del nuevo Bisbal patrio para boicotear las esperanzas de nuestro país, campeón de la Eurocopa, en el festival. Aunque, para que engañarnos, le dio algo de vidilla al tema del ricitos (la pega es que hubo una segunda actuación por ese motivo).

Y yo por más que miro la foto no logro saber si el que se coló fue el arlequín o el soldadito de plomo. En fin, para acabar como siempre ahí dejo a la ganadora


y al rizos (abstenerse personas depresivas)

2 comentarios:

Jimmy Dix dijo...

¿Quién es el último en la fila de gente que quiere pisotearle los huevos a Uribarri? ¿Por qué número va?

Unknown dijo...

Creo que va por Grecia. Que dicen que están hasta los cojones que le recuerden que la reina es de allí.